Ofertas de hormigón impreso

Las oferta de hormigón impreso deben ir acompañadas siempre de beneficios reales para el cliente y estos no siempre son concernientes con un ahorro en los costes, si no que más bien responden al rendimiento a largo plazo y la estética del propio pavimento.

La amplia oferta de hormigón impreso que hay actualmente en el mercado de la construcción o las reformas, nos permite comparar precios, pero no siempre las calidades de los materiales , sus cualidades técnicas o la instalación, por lo que, ante cualquier tipo de presupuesto a precios muy bajos, las variables a consultar van a ser aquellas que nos garantizan que un precio muy barato no va en detrimento de la calidad o del montaje.

Qué deben incluir las ofertas de hormigón impreso

Hay que tener en cuenta que los precios siempre van a ir marcados, sin duda, por la cantidad de metros en los que debemos proceder a la instalación, así como a la dificultad del terreno y las características que requiere su decoración.

Así pues, la oferta en el mercado puede ser muy distinta de una zona a otra, llegando incluso al punto de que un proyecto de gran envergadura puede resultar ser más económico que otro con menos metros de terreno.

Así mismo, los trabajos previos al montaje también pueden marcar una enorme diferencia. Los costes de desagüe, desbroce, de alineación del terreno o la construcción previa de elementos como sumideros o alcantarillado, pueden modificar totalmente el presupuesto.

En lo que nunca se debe escatimar es en la calidad de los materiales y en su óptima instalación por parte de los profesionales. Por más tentadora que pueda ser una oferta de hormigón impreso, esta siempre debe cumplir con unos requisitos necesarios mínimos de calidad para que su uso sea el óptimo durante muchos años.

La relación calidad-precio debe ser, por tanto, imprescindible y estar fuera de toda duda.

Qué tener en cuenta al valorar una oferta de hormigón impreso

Para valorar una oferta de hormigón impreso u hormigón pulido hay que tener en cuenta que estos pavimentos son continuos, compactos, lo que les permite ser mucho más duraderos que el resto de suelos.

Son rápidos de ejecutar en obra y poseen una gran resistencia a todo tipo de desgaste, rodamiento o climatología.

Estas prestaciones son las que de verdad logran que los suelos de hormigón impreso sean económicos: su perfecto estado y su escaso mantenimiento alargado en el tiempo. Son, por tanto, inversiones a largo plazo en donde la amortización de capital se consigue con el uso diario durante muchos años.

Al recibir una oferta de hormigón impreso, lo que hay que tener claro es el detalle de su presupuesto y cada uno de los elementos necesarios para resultar recomendable.

Deben ir presupuestados los trabajos previos a realizar, los metros cuadrados de extensión total así como los bordillos y ribetes, que deben contabilizarse y especificarse en metros lineales.

También debe especificarse el espesor en centímetros de la solera y las características del mallazo o de las fibras de polipropileno. Además, se debe tener en cuenta también la mano de obra especializada, los costes directos, las resinas y colorantes…

Todo el detalle de nuestro presupuesto nos dará una amplia visión de si nuestra oferta cumple con todas las garantías o si bien su precio varía en función de la omisión de alguna de ellas.

Como siempre, el informarse de forma concienzuda de todo el proceso nos va a permitir conocer los pormenores del trabajo y tendremos la oportunidad de saber elegir la mejor opción y aquella que cumpla con una inmejorable relación calidad-precio.